WRIGHT, KENNETH R.
El desarrollo turístico en nuestro país tiene un gran posibilidad por el legado que nuestros antepasados se han encargado de dejarnos, no solo como un lugar de visita sino como un modo de uso del territorio que debemos considerar en los proyectos, donde el respeto y la armonía con el entorno se pone en evidencia, tal es el caso de Tipón,
Hablar de lugares emblemáticos en el país es referirnos a Machu Picchu y las líneas de Nasca, pero debemos considerar a Tipón como destino turístico por lo que representa, ademas de ser un adoratorio en perfecto estado de conservación y que aún esta en uso para orgullo de los Cusqueños y por supuesto del país en su conjunto.
En esta oportunidad trataremos de contar aspectos de Tipón basado en algunos mensajes del norteamericano Kenneth Wright, quien han estudiado profundamente desde una óptica de la ingeniería civil e hidráulica tanto Machu Picchu como Tipón, manifiesta:
Las andenerías que aquí se encuentran son impresionantes, contienen 13 terrazas de tierra bastante fértil y son todavía cultivadas, sus muros de contención están fabricados con piedras muy bien labradas. Aún más impresionante es el sistema de irrigación que todavía sirve a la agricultura, construido aprovechando la existencia de un manante de agua en el lugar, con canales labrados en piedra y muy precisamente calculados a veces con caídas casi verticales que en su conjunto constituyen una obra maestra de ingeniería hidráulica; existen por su parte algunas fuentes que debieron responder a fines ceremoniales.
Continua describiendo;
empezamos a trepar unas inmensas escaleras de piedra Inca, ahí se puede notar unos canales de piedra que llevaban agua a gran velocidad o calma ya sea en rectos caminos, curvas perfectas, caídas de agua, desfogues o desagües o por debajo de otras aberturas de laja en un alucinante sistema de alimentación pluvial. Más arriba se puede apreciar que estos canales y demás desfogues acuáticos alimentaban cada terraza inmensa de las que cubrían las faldas de dicha montaña. Eran alrededor de 13 terrazas, con sus muros de piedra, escalones y sistema hidráulico, que parecían perfectamente cortadas en la montaña
como si una sofisticada máquina las hubieran cortado en forma de pequeñas canchas de fútbol. Cada terraza era una sorpresa o descubrimiento y como desde un abra de una caída de agua desde el cual podía apreciarse perfectamente un monumento que coronaba la cima de la montaña y que decían que contenían pinturas de la época neolítica.
Siguiendo los caminos de piedra y sus escaleras pudimos toparnos con una increíble fuente principal y espejo de la primavera. Wright explicó que el agua provenía del subsuelo y desde un espejo de agua enclavado en una perfecta micro represa incaica ésta se mantenía intacta, para luego discurrir alimentada por otros canales sobre una de las terrazas, de las 13 que tiene el complejo, para bifurcarse en 04 y caer suavemente sobre una inmensa y perfectamente cortada y pulida mesa de piedra de una sola pieza monolítica que hacía que el agua discurriera como un velo y este velo de agua cubriera las paredes incas de un reservorio más abajo. Otra vez, los Incas me habían sorprendido de cómo la mano del hombre pude haber construido algo semejante sin afectar el entorno natural y el significado escondido en sus construcciones y el uso de la naturaleza viva
el agua que fecunda la tierra la alimenta con el sol y los astros para proporcionar sustento alimentario y vivir en un entorno plenamente auto sostenible sin afectar el medio ambiente y respetando a la naturaleza y al propio ser humano de que con ingenio y sabiduría puede lograr cosas increíbles como las que mis pupilas lograron ver en esta ocasión.
Los incas alcanzaron un desarrollo impresionante en su arquitectura y especialmente en sus construcciones hidráulicas. No hay grupo arqueológico, donde no se aprecie la admirable conducción y distribución del agua, de tal manera que la falta del líquido elemento no fue un problema.