LEONARDINI HERANE, NANDA
La escultura en el Perú tiene sus primeros antecedentes en las épocas milenarias, con un estilo surgido del imaginario chavín y continuado con ligeras vairantes hasta el Incanato, y expresado en elaboradas vasijas de arcilla de carácter realista, así como en exquisitas síntesis geométricas de profundo significado simbólico, talladas en madera o piedra. dicha estética modificó sus cánones abruptamente en el Virreinato, cuando se impuso, mediante la cruz y la espada, el gusto europeo con prevslencia de un arte sacro. Desde la República, el mensaje es lo profano, dinfundido en las calles con estatuas y monumentos, donde próceres, héroes o acontecimientos histórico son representados con la finalidad de educar a la población en busca de una identidad patria gracias a obras elaboradas en mármol, bronce o fierro, finos materiales a los que, a partir la década de 1980, se añaden la resina y el concreto armado.
En este libro, motivado por el interés de rescatar la escultura peruana republicana -maltratada por falta de estudios profundos-, la autora analiza cómo esta disciplina ha sido utilizada por algunos gobiernos para justificar propuestas demagógicas con la excusa de conyuturas históricas- Independencia, guerras contra Chile, España o Ecuador- o de embellecimiento citadino de paseos, parques y avenidas. Su examen, que parte de la escultura pública, se detiene en la religiosa, la funeraria y la urbana, y y deja un apartado especial a los artistas, quienes gracias a su capacidad creativa hicieron realidad estos proyectos. En este texto se revisa también la enseñanza académica, así como los incentivos visualizados a través de concursos estatales y particulares.