ARQUITECTURA VIVA
La presencia de la arquitectura española en el exterior conoce un momento
dulce. De las grandes obras a los pabellones efímeros, y de las universidades
de la Ivy League a los eventos expositivos, el talento cultivado en España
fertiliza un entorno cultural caleidoscópico. Desde luego, este fenómeno
obedece en parte al proceso de integración europeo, a la mayor permeabilidad
de las fronteras profesionales y la incrementada movilidad de las nuevas
generaciones; sin duda también, la proyección externa de la arquitectura
culta española no ha ido acompañada de una presencia comparable de
la arquitectura corporativa, carente todavía de la dimensión y capacidad
expansiva que han mostrado los bancos y grandes empresas del país, entre
ellas las constructoras; pero ambas circunstancias no pueden empañar la
feliz constatación de que los arquitectos españoles disfrutan de un prestigio
internacional que ha hecho adquirir a un cúmulo de ellos importantes
responsabilidades profesionales y académicas.