SANCHEZ-CONCHA BARRIOS, RAFAEL
Hoy conmemoramos los 400 años de la muerte de Rosa de Santa María, primera santa y patrona del Perú, de América y de las Filipinas.
Santa Rosa nació en 1586, exactamente 51 años después de la fundación española de la Ciudad de los Reyes. Su vida entera transcurrió en Lima y su historia está íntimamente ligada a las calles de nuestra capital.
La casa del contador Gonzalo de la Maza, donde santa Rosa murió, se convirtió en el monasterio de Santa Rosa de Santa María. A la calle sobre la que se extendió el referido convento se la denominó posteriormente jirón de Santa Rosa de las Monjas. Uno de los pasajes principales de la plazuela en la que se encuentra el Palacio Municipal de Lima lleva el nombre de pasaje Santa Rosa; el Santuario de Santa Rosa de Lima o Santa Rosa de los Padres, en la avenida Tacna, es visitado cada 30 de agosto por miles de fieles que la rememoran en el lugar donde se ubicaba la casa de la familia Flores-Oliva, y el pueblo de Quives, donde vivió parte de su infancia, también lleva el nombre de la bienaventurada limeña.
Santa Rosa es patrona de la Policía Nacional, de las enfermeras, de los mineros, y de un sinnúmero de asentamientos humanos, además de centenares de escuelas, mercados e instituciones. Su faz también está plasmada en una de las caras de la medalla que portan los regidores en los actos oficiales.
Santa Rosa está presente de una u otra manera en la vida de todos los peruanos. Es la santa más querida, y sin duda nuestra vecina más ilustre.