CAMPO BAEZA, ALBERTO
Una vez más una colección de textos sobre arquitectura.
Una vez más la voluntad de transmitir por escrito las razones con las que concibo y levanto mis obras y que intento trasladar a mis alumnos cada día en mis clases en la Escuela de Arquitectura de Madrid, y ahora a los lectores de este libro.
Primero fue LA IDEA CONSTRUIDA al que siguió PENSAR CON LAS MANOS. Luego los PRINCIPIA ARCHITECTONICA cuya versión en inglés incluía la novedad de las notas a pie de página hechas con QR. Ahora una cuarta colección de escritos más recientes que, algunos ya publicados en diversos medios prestigiosos, se reúnen bajo el sugerente título de POETICA ARCHITECTONICA. Nunca me cansaré de insistir en la primacía de la razón, en que la razón es el primer y principal instrumento con el que debe trabajar un arquitecto. La razón acordada con el soñar y ayudada por la memoria. El soñar para después hacer realidad, construyéndolos, esos sueños. La memoria como fuente inagotable de vasta e in nita profundidad. En el texto que acompaña al conocido aguafuerte El sueño de la razón produce monstruos Goya nos explica que la fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles, pero añade a continuación unida con ella es madre de las artes y origen de las maravillas. No se puede decir más con menos palabras.
Y Cervantes en el prólogo del Quijote nos dice que su libro es hijo del entendimiento. Y yo, sin ánimo alguno de compararme con Cervantes, puedo decir que esta POETICA ARCHITECTONICA es también fruto del entendimiento, de la razón. Y que si él añadía en ese hermosísimo prólogo que quisiera que su libro fuera el más hermoso, el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse, yo añadiré que ya me gustaría que algunas de mis obras o algunos de mis textos pudieran parecérsele en alguna de esas cualidades.
En estos textos se recogen propuestas como la de que Una idea bien cabe en una mano, que es fruto de una experiencia docente muy e - caz: hacer, cuando se tiene clara la idea del proyecto, una maqueta pequeña de papel que quepa en una mano y que sea síntesis del espacio proyectado.
Otras propuestas, como la de que 2+2+2 son mucho más que 6, tratan de mecanismos espaciales que una vez que se explican son bien sencillos de entender y de aplicar. En este texto en concreto se habla de la conexión en vertical de 3 espacios de doble altura para conseguir un espacio diagonal concatenado. Otros textos versan sobre aspectos más particulares. Así, en El cerebro escuadrado de endo la lógica del ángulo recto como mecanismo básico, que no único, para proyectar y ordenar el espacio. Y vuelvo a insistir en esta introducción, de la mano de Ortega, en mi rme voluntad de ser claro. Con aquella claridad como cortesía del filósofo que él reclamaba para sí mismo y que yo sigo reclamando para mis escritos. Y vuelvo a intentar usar las palabras más certeras de la hermosa lengua castellana, sabiendo que las ideas, antes de dejarse atrapar por las líneas del dibujo o vaciarse en los moldes de la maqueta, o de materializarse en la construcción de los edi cios, deben ser capaces
de ser explicadas con palabras sencillas. Aristóteles en su Poetica habla de la precisión. La precisión que trato que presida estos escritos, que es la misma precisión que exijo a mis trabajos. Aristóteles en su libro compara la historia con la poesía. Yo, que querría estar siempre cerca de Aristóteles aprendiendo de
él, también me atreví a comparar la arquitectura con la poesía. Aquí me he atrevido a tomar prestado el nombre de su Poetica para esta mi POETICA ARCHITECTONICA. Se recupera la estructura de mis primeros libros donde, además de los temas más teóricos de arquitectura, se añadían textos relativos a los arquitectos y textos sobre obras de arquitectura, además de otros textos diversos. Tengo la esperanza bien fundada de que estas ideas expresadas
ahora en la lengua de Cervantes y luego en la de Shakespeare y en la de Moliere y en la del Dante, y en tantas otras lenguas, lleguen a aquellos para quienes puedan ser útiles. Porque al igual que intento con mis obras hacer felices a los que en ellas habitan, intento con mis escritos dar razones de mi arquitectura que puedan ser útiles a los que los estudian.
Alberto Campo Baeza