TRONCOSO MATTO, CARLOS
Pixelandia es una ciudad que genera imàgenes acerca de las imágenes que pueblan. En algunos casos, con ánimo indiscreto, produce iconografìas que nos sitúan a la espalda del avisaje que, desde lo alto, vuelca sobre el espacio público el apetito de consumo y posesión. En ese reverso, la publicidad es despojada de su poder de encantamiento, reducida a su soporte físico: el montaje de los fierros, paneles y soldaduras que la fantasía publicitaria necesita pa imponer su omnipresencia, amén del cuerpo de los operarios colgando de los armastostes, en plena faena de emsamblaje o mantenimiento.
En otras imágenes producidas por Pixelandia, esta indiscreción es aún más radical: se nos muestra los paneles en silencio, superficies sin signo a la espera de llenar un vacío, casi delatando su propio deseo de decir y mostrar, deseo reprimido y realizado según los ciclos ondulantes del mercadeo y del valor de localización. En otros momentos, la iluminación y la composición de las imágenes devueltas por Pixelandia sintetizan la soledad del deseo: tomas a contraluz, aparatosos rectángulos recortados sobre el arrebol de la tarde.