BAYLY, DORIS
En Hierbabuena, poemas reunidos de Doris Bayly, los textos son como nenúfares, flotan según el viento, se acercan y se alejan suavemente:
ninguno comienza con una introducción, ninguno termina
con un desenlace, permanecen igual que esas flores, con los pétalos abiertos. Sí, de modo natural, estas se hallan enraizadas en el fondo de un lago, los poemas de Doris siguen una ruta desconocida, en la que Eros y Thanatos juegan entre sí. Pero no todo aroma como hierbabuena, ya que conforme avanzamos en la lectura el poemario camina sobre piedra volcánica: hay erizos, lobos hambrientos, púas, hirientes espinares; los temas albergan sombras y silencios, cadáveres que aúllan a la luna; y en la cúspide de esa bella antología reina el amor como una grieta en el abismo.
(Carmen Ollé)