QUÉHEILLARD, JEANNE / STRAVO, ASTRID
SUMARIO
Actualidad
Imágenes / Carteles / Diseño social / Music graphics / Publicidad
Fondo & forma
Graffiti en Bogotá / From K to J / Vignelli en el metro de Nueva York / Faux Q / Tipografía checa / Los patrones de Nervous System, Reddish, Demakersvan, Corina Rietveld e Inopdrachtvan / Dossier: una mirada a África
Texto(s)
Astrid Stavro: La forma del libro / Jeanne Quéheillar: Ettore Sotsass por siempre / Filip Blazek entrevista a Steven Heller: Propaganda totalitaria
Es de sobra conocido el análisis que Slavoj Zizek hace de los modelos francés, alemán y anglosajón de diseño de inodoro y su afirmación de que ninguno de ellos puede explicarse en términos puramente utilitarios puesto que cada uno implica una actitud existencial distinta, una percepción ideológica determinada acerca de cómo el sujeto debe relacionarse con el mundo (y que a grandes rasgos viene a definir como 'minuciosidad reflexiva' en el caso alemán, 'precipitación revolucionaria' en el francés y 'pragmatismo utilitarista' en el inglés). Lo que Zizek demuestra es que no existe tal cosa como un diseño neutro ni neutral, sino que éste es un ejercicio preñado siempre de ideología y que guarda una vinculación profunda con su contexto cultural, lingüístico y sociopolítico. Los artículos de Filip Blazek en este número, sobre la historia de la tipografía checa y sobre la imaginería de los regímenes totalitarios; el reportaje de Étienne Mineur sobre el graffiti en Bogotá; y los artículos que se incluyen en nuestro dossier sobre África son materiales idóneos para reflexionar sobre esta relación, que es, además, performativa. Si bien el diseño está hundido hasta las rodillas en su contexto sociohistórico, o precisamente por ello, cuenta también con el poder de generar imágenes que supongan un desplazamiento de dicho contexto y elaboren nuevos discursos a partir de los imaginarios simbólicos heredados.
El colectivo Excusado, autor de nuestra portada, se muestra activamente comprometido en ese juego de tensiones. Su trabajo apuesta por la elaboración de imágenes altamente saturadas, donde el choque de elementos permite que los discursos sean diversos a la hora de enfrentarse a la pieza. 'Digamos que aunque hay unas imágenes principales, lo que nos interesa no es un recorrido direccionado para el observador sino la posibilidad de diversas entradas a la misma', dicen. Esta apertura que permite al observador aproximaciones, miradas y lecturas distintas, es crucial en ese juego en el que el diseño nace de un contexto cultural al que a la vez va, históricamente, dando forma. Es una forma de autoría que constituye, en realidad, una exhortación a que el observador abandone su postura de consumidor pasivo -de engullidor de discursos- y se convierta en agente de su propia mirada y responsable de su propia lectura. Un ejercicio que le entrena en la comprensión crítica de los discursos de su propia cultura... de su propio inodoro.