CABRERA DARQUEA, JAVIER
360 kilómetros de la cidad de Lima capital del Perú, en la provincia costeña de Ica, aparecieron en 1961 unas extrañas y misteriosas piedras grabadas semejantes a cantos rodados. Lo extraño y misterioso de las piedras radicaba en que sus figuras grabadas representaban animales, hombres y escenas de vida muy diferentes de lo que los estudios arqueológicos daban por sabido sobre la fauna y la vida de los hombres de las culturas clásicas del antiguo Perú. Las piedras provenían de Ocucaje apacible caserío situado a 40 kilómetros al sur de la ciudad de Ica, en cuyas inmediaciones el subsuelo guarda innumerables tumbas de hombres que vivieron en la época de lso incas y antes de ella, y reposan sobre la superficie restos petrificados de minúsculos y de gigantescos animales prehistóricos. Ocucaje se asienta en un inmenso desierto atravesado por cerros de rocas arcaicas, quizá la más arcaicas del planeta.