ECO, UMBERTO
Este texto de 1981, leído para celebrar los 25 años de la biblioteca pública del Palazzo Sormani de Milán, es a la vez un canto a la libertad de la mente inquisitiva, un irónico lamento por algunos inveterados vicios de las antiguas bibliotecas y bibliotecarios y un toque de advertencia, por los posibles excesos de la tecnología.