BROWN, ENRIQUE
Su texto sobre la crítica arquitectónica y nuestro tiempo transmite una inmediata sensación de autenticidad, y es difícil leerlo sin ser arrastrado por su caudaloso torrente de reflexión: atropellado y arremolinado como las aguas de marzo, pero a la vez impulsado por una genuina búsqueda de la verdad en la arquitectura y en la vida.
Simultáneamente espontáneo y meditado, el libro es un viaje de exploración en busca de los fundamentos intelectuales de la arquitectura de nuestro tiempo en general, y de la obra de su autor en particular, enredando la visión agudamente crítica y apropiadamente poliédrica de la construcción en los albores del siglo XXI con el autoexamen inquisitivo de su propia biografía arquitectónica.
Sumamente ameno, esmaltado de referencias e informaciones, y felizmente exento de la pedantería abstrusa que tantas veces caracteriza la crítica arquitectónica, el texto se oye más que se lee, y en su inteligente fluidez podemos escuchar los comentarios incisivos de un gran profesor de taller. Browne considera que la crítica no es sólo aquélla que se ejerce escribiendo o publicando, sino también la que se expresa actuando en jurados de concursos o corrigiendo ejercicios de alumnos, y la transparente naturalidad de su lenguaje parece ajustada a esa visión expandida de la crítica.
Cuestionando en todo caso la objetividad de la crítica, Browne se ocupa también de la relación contemporánea entre moda y estrellato, denuncia la manipulación mediática de la realidad y anuncia un nuevo espíritu de la época. Enhebrando experiencias arquitectónicas, ensayos sociológicos y noticias periodísticas, construye con imágenes, citas y reflexiones un retrato pixelado del mundo en que vivimos, y en el que procura orientarse como persona y como profesional. Escuchando su voz libre y sin prejuicios, sentimos que su búsqueda de conocimiento es genuina, y que dice verdades como sólo es frecuente escuchar en labios de los niños o de los locos.