HERRERA CORNEJO, H. ANDRES
Miraflores quedará guardado en el rincón de los buenos recuerdos de todo aquel que haya pasado por este acogedor distrito, por su encantador paisaje, sea de día, al atardecer o al caer la noche, todos los días del año.
Quien no ha disfrutado de sus playas, el mar y sus islas vecinas. Bañistas, pescadores, corredores de tabla, parapentes curioseando desde arriba el panorama, alegrando aún más el paisaje con sus vivos colores. Niños, jóvenes y adultos, todos tienen un lugar en Miraflores.
Las pistas de la Costa Verde, los acantilados, el Puente Videna que uno los dos malecones; el Parque Salazar; el Parque del Amor; el Parque Kennedy, que reúnen una variedad de las flores más hermosas de Lima, donde la cultura nunca está ausente gracias a sus rotondas musicales y teatrales. La calle de los pintores, simulando al Montmartre de París, el bulevar, la Bajada de Balta, las siempre concurridas avenidas Larco, Diagonal, Benavides y La Paz.
Aquí su fascinante historia, con imágenes de un siglo atrás que demuestran que Miraflores fue deslumbrante desde sus inicios.