GARCÍA - ALIX, ALBERTO
Que Alberto García - Alix es un artista es algo que se parecia en su forma de ser y su forma de mirar. Un artista busca diamante en el barro y los encuentra allí donde nadie acierta a verlos. En estas búsquedas ha empeñado toda su existencia y nos ha dejado una buena colección de instantáneas vividas.
Además de cambios políticos, La Transición fomentó una explosión de creación que marcaría la historia posterior, echando a la calle a jóvenes ávidos por expresar sin ataduras sentimientos, maneras y experiencias. La música, el cómic, la pintura, el cine, el teatro y la radio sólo son una muestra de los soportes utilizados como medios de comunicación de la vida como expresión artística. Fue en este ambiente donde Alberto García-Alix se inició en el campo fotográfico en 1976 y en donde tomó las imágenes que comenzaron a definir su trayectoria.
La noche, las motos, personajes de La Movida, lo canalla... Mirando lo que vive, analizándolo para buscar lo inesperado, así trabaja el fotógrafo leonés, como un poeta de la calle, un trotamundos que se zambulle en una época en la que la juventud explotaba al ritmo de nuevas modas.
El trabajo agrupado en esta tercera edición revisada y ampliada recoge imágenes tan novedosas como aquellas realizadas a partir de su viaje a París en 2003, donde también experimentó con el formato vídeo. Ejemplo de este giro son fotografías como En el laberinto, Érase una vez París o Siempre el mismo cielo, entre otras. Imágenes que tienen en común la calma, el reposo de una ciudad retratada en blanco y negro.
El libro se completa con el prólogo del historiador y crítico de arte Francisco Calvo Serraller, que valiéndose de la expresión acuñada por Baudelaire, habla de García-Alix como un pintor de la vida moderna, un romántico y un "dandy".